The Final Countdown

Muy simpática producción de Bryna, la compañía de Kirk Douglas, en la que el veterano actor interpreta al capitán del USS Nimitz, un moderno barco portaaviones de la Marina de los Estados Unidos que, durante un viaje de entrenamiento cerca de la isla de Hawaii, se ve envuelto en una misteriosa tormenta que genera un túnel del tiempo que ubica al barco en las cercanías de Pearl Harbor justo antes del ataque japonés el 7 de diciembre de 1941, lo que plantea a la tripulación la duda de si intervenir y evitar el ataque, alterando el futuro para siempre, o quedarse al margen del mismo y permitir la destrucción de la flota norteamericana, que supuso la entrada de los EEUU en la Segunda Guerra Mundial. Bryna contó con la cooperación plena de la Marina estadounidense para la realización de la película, que no en vano fue realizada con vistas a ser utilizada como reclamo para el reclutamiento de soldados (anticipándose a “Top Gun”), por lo que el funcionamiento del Nimitz, cuyos entresijos aparecen en pantalla, los múltiples vuelos de los F-14, además del encanto de la historia, hacen que “The Final Countdown” continúe siendo un magnífico entretenimiento, a pesar de sus limitaciones. Martin Sheen, James Farentino, Charles Durning y Katharine Ross completan el reparto de una película en la que también destaca la extraordinaria partitura de John Scott.

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El director de fotografía fue Victor J. Kemper [ASC], un operador de cierto prestigio durante los años 70 y parte de los 80, época en la que encadenó algunos proyectos importantes como “Dog Day Afternoon” (Sidney Lumet, 1975), “The Friends of Eddie Coyle” (Peter Yates, 1973), “Husbands” (John Cassavettes, 1970), “Slap Shot” (George Roy Hill, 1977), “…And Justice for All” (Michael Apted, 1979), “The Hospital” (Arthur Hiller, 1971), “The Last Tycoon” (Elia Kazan, 1976), “Coma” (Michael Chrichton, 1978) o “Magic” (Richard Attenborough, 1978), que ponen de manifiesto su capacidad para adaptarse a directores de tan diversa índole, como a muchos y diferentes géneros. Poseedor de un estilo lo suficientemente moderno en su época como para distanciarse de la generación inmediatamente anterior de operadores norteamericanos (al igual que William Fraker o Richard Kline, que desde el blanco y negro supieron evolucionar y ofrecer sus mejores obras en color), Kemper fue un director de fotografía sobrio, pero más discreto que aquéllos, que acabó su carrera a mediados de los 90, rodando comedias sin mucho interés (“See no Evil, Hear no Evil”) y sin la menor complicación técnica.

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La fotografía de “The Final Countdown”, sin embargo, está muy condicionada por una exigencia de esta índole: la de emplear el formato panorámico anamórfico para su rodaje, suponemos que a fin de dotar de una mayor espectacularidad a las secuencias aéreas, así como para aprovechar mejor en pantalla la alargada figura del USS Nimitz, en una época en que el anamórfico, antes de la aparición del Super 35, era el único método de obtener una imagen panorámica en cines. ¿Por qué supone el anamórfico un condicionamiento? Porque como indicábamos, gran parte de la película está rodada en el propio barco, incluyendo sus pasillos interiores, camarotes, salas, comedores, etc. por lo que Kemper tuvo que utilizar en gran medida las fuentes de iluminación reales e integradas en el mismo, sin mucha capacidad de maniobra para incrementarlas o sustituirlas, o bien complementarlas con aparatos fuera de campo, más allá de para rellenos generales o los primeros planos de los actores. Por tanto, el director de fotografía tuvo que recurrir a la serie de lentes anamórficas Super High Speed de Panavision, con aperturas máximas de hasta T/1.1 en alguna de sus focales, para poder rodar con intensidades de luz de entre 10 y 20 footcandles con la única emulsión disponible en la época, de sólo 100 ASA.

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El resultado es que muchos de los interiores de “The Final Countdown”, rodados en anamórfico a máxima apertura de diafragma, muestran una profundidad de campo reducidísima y no solo eso, sino todos los artefactos derivados de este hecho: aberraciones cromáticas muy visibles, notabilísimas pérdidas de definición en los cuatro extremos del fotograma, pero especialmente en los bordes superior e inferior, a que a veces hacen que la imagen parezca desenfocada, así como una extraordinaria suavidad y un efecto de difusión “integrado” en la lente que no es tal, sino todos y cada uno de los defectos de una lente ultraluminosa anamórfica de hace cuarenta años que se manifiesta de forma muy clara. Por lo demás, el trabajo de Kemper, que a buen seguro hubiera preferido rodar en esférico, es tan funcional como anodino. Limitado como está, por espacios y ópticas, se centra en conseguir un aspecto uniforme y poco contrastado para todas sus escenas, así como en conseguir que la película posea cierta coherencia estética.

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Lo mejor por ello, sin ningún género de dudas, es el metraje que incluye a los F-14 realizando acrobacias de mucho mérito, o secuencias aéreas como aquélla en que los Tomcat persiguen a los Zero japoneses, además de gran parte del material rodado realmente en la cubierta del Nimitz durante despegues y aterrizajes reales, a veces con un estilo casi documental. En estos exteriores, puede que Kemper utilizase otra serie de lentes o las mismas, aunque a diafragmas mucho más cerrados, por lo que el aspecto es mucho mejor y más perfeccionado a nivel técnico. Para el recuerdo también quedan los artesanales (aunque muy evidentes) efectos visuales de Maurice Binder, como aquéllos que muestran al Nimitz en el túnel del tiempo, que recuerdan curiosamente a muchas de las imágenes de los título de crédito de la serie Bond, y no por casualidad, ya que el propio Binder fue durante muchos años el encargado de las mismas. Así pues, a nivel estético, “The Final Countdown” destaca positivamente por su metraje aéreo, mientras que su uso del anamórfico, con una serie de ultraluminosos completamente maltratados abiertos de diafragma, serviría para mostrar el perjuicio que ocasiona a los mismos utilizarlos de esta forma, por mucho que ello esté de moda en el momento actual.

Título en España: El Final de la Cuenta Atrás
Año de Producción: 1980
Director: Don Taylor
Director de Fotografía: Victor J. Kemper, ASC
Ópticas: Super (High) Speed de Panavision
Emulsión: Kodak 5247 (100T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm anamórfico (Panavision), 2.4:1

Vista en Blu-ray

© Harmonica Rental & Cinema/Ignacio Aguilar, 2016.