The Lone Ranger

Nueva adaptación cinematográfica del personaje creado para la radio y televisión estadounidense por George W. Trendle y Fran Striker, ya llevado a la gran pantalla por el director de fotografía y ocasional realizador William A. Fraker en 1981. Producida en esta ocasión por Disney y Jerry Bruckheimer, con un generosísimo presupuesto de más de 200 millones de dólares y un reparto encabezado por Armie Hammer como el personaje que da título al film, Johnny Depp, William Fichtner, Ruth Wilson, Helena Bonham Carter y Tom Wilkinson una vez más como villano, la historia vuelve a girar en torno al justiciero enmascarado que sobrevive una emboscada y trata de vengar la muerte de su hermano, todo ello bajo el prisma del mismo equipo que realizó las tres primeras entregas de “Pirates of the Caribbean”, es decir, mezclando aventuras, acción estruendosa y humor, incluso con Depp prácticamente interpretando el papel de Jack Sparrow. Sin embargo, en esta ocasión, los resultados no son tan frescos, ni la historia es tan clara o concisa, a pesar de lo cual, como entretenimiento sin más pretensiones, funciona a medio gas, más por oficio que por inspiración.

El director de fotografía es el montenegrino instalado en EEUU Bojan Bazelli [ASC], el cual estudió cinematografía en Praga (se graduó en 1985), pero siempre ha trabajado en cine en norteamérica, desde que Abel Ferrara le reclutara para filmar “China Moon” (1987) sin apenas experiencia previa. Después de otros dos títulos con Ferrara (“King of New York” y “Body Snatchers”), inició su carrera en un cine estrictamente comercial, con títulos como “Kalifornia” (Dominic Sena, 1993), “Mr. And Mrs. Smith” (Doug Liman, 2005) o “The Sorcerer’s Aprentice” (Jon Turteltaub, 2010), además de su colaboración previa con el realizador Gore Verbinski en “The Ring” (2002). No obstante, su carrera en cine no es muy extensa, ya que como muchos otros operadores contemporáneos, Bazelli está más centrado en realizar la fotografía e incluso la dirección de videoclips y anuncios publicitarios.

Filmada en vistosas localizaciones de Nuevo México, Colorado, Utah y Arizona, incluyendo el mítico Monument Valley, visualmente “The Lone Ranger” destaca por la sorpresiva elección de Bojan Bazelli de rodar el film en formato panorámico anamórfico, formato que no empleaba desde precisamente “Body Snatchers” y en el que nunca había trabajado Verbinski. Pero además, destaca también poderosamente la mezcla de celuloide y adquisición digital; los exteriores de la película están rodados en la emulsión Kodak 5203 (50D), subrevelada un paso de diafragma y expuesta sin filtraje alguno a T/5.6 (el stop anamórfico por antonomasia), mientras que los interiores y todo el material nocturno están rodados con la Arri Alexa Studio y el grabador Codex en formato Arriraw, aprovechando al máximo la resolución de su sensor 4/3. Finalmente, una breve escena que incluye la técnica bullet-time durante un atraco, fue rodada como excepción en la Red Epic, en formato 5K WS y a 120 fps con las lentes Primo esféricas. El resultado, técnicamente, es fabuloso, con la leve salvedad de que el material en celuloide posee un finísimo grano que no está presente en el material digital, lo cual resulta un poco extraño ya que normalmente estamos acostumbrados a que sea el material nocturno el que tenga una textura más prominente.

Los exteriores de la película no hacen uso alguno –salvo quizá como excepción- de iluminación artificial adicional, sino que están rodados haciendo uso de tres elementos: el primero de ellos es un rodaje casi exclusivamente a contraluz, que favorece la continuidad lumínica; como consecuencia, en segundo lugar, Bazelli sobreexpone notablemente la emulsión, de modo que los rostros de los actores posean una exposición correcta, a pesar de lo cual sigue siendo perceptible mucho detalle a ambos lados de la curva, aunque los cielos no posean el azul intenso de los clásicos del género. Y finalmente, como no usa luces artificiales, Bazelli en su lugar emplea paneles reflectores y sedas fuera del encuadre, bien en los suelos o lateralmente, para hacer llegar algo de luz a los actores, evitando la penumbra que parcialmente provocan sus sombreros.

Los exteriores nocturnos son interesantes, ya que a pesar de estar rodados a un diafragma generoso para tales circunstancias como T/4.0, no lucen especialmente iluminados, gracias a la gran sensibilidad de la Alexa y a que Bazelli utiliza grandes unidades (20KW), difuminadas y lo más lejos posible para exponer un poco los fondos. Asimismo, complementa muy bien esas unidades con fuegos repartidos por el encuadre (las hogueras presentes en pantalla), que crean además bonitos flares y halos a su alrededor, sin que en ningún momento la película posea un exceso de luz, ni siquiera cuando Bazelli emplea algo sobre los actores. Los interiores nocturnos también poseen fuentes integradas y bastante luz cenital, dentro de un conjunto que luce muy bien, a pesar que la simulación del proceso Bleach-by-Pass durante la post-producción digital quizá sea algo discutible, puesto que reduce la saturación de color y aumenta la densidad de los negros, aunque quizá ello sea una elección consciente para alejarse del colorido de tantos films clásicos rodados en los citados parajes.

No obstante, lo mejor de la película a nivel estético es la puesta en escena de Gore Verbinski, influenciada o no por Sergio Leone y, especialmente, la obra maestra del italiano, “Once Upon a Time in the West”, por cuyos encuadres –aquéllos en Techniscope, eso sí- con lentes gran angular y los actores muy cercanos a la lente, el realizador norteamericano parece sentir una gran predilección. La película parece rodada generalmente con un 50mm, con el 35mm o el 40mm para las tomas generales y, como mucho, un 75mm, para los primeros planos. Las composiciones, por lo tanto, son muy amplias y vistosas, pero es que encima Verbinski sabe repartir a sus personajes muy bien a lo ancho del fotograma y además en profundidad, como demuestran todas esas tomas con el grupo de Rangers al comenzar el film. Además, el formato anamórfico, con la profundidad más reducida y los fondos estirados, hace que la imagen sea aún más atractiva, con algunos cambios de foco entre personajes en distintos planos que muestran muy bien la fuerte respiración de las ópticas anamórficas “C-Series” de Panavision, usadas en el grueso del rodaje (las “G-Series” se reservaron para las escenas de acción con multicámaras, mientras el zoom 40-80mm T/2.8 aparece en algunas grúas como focal variable).

El conjunto, como película, es posible que sea ruidoso y excesivo, además que no parece tener muy claro cuál es su target (su humor es muy simple, pero la violencia que aparece en pantalla ha supuesto una caificación PG-13 en EEUU), pero desde luego, a nivel de puesta en escena, técnica e iluminación, con la excepción de algunos instantes en que las pantallas verdes son demasiado evidentes, es el de una superproducción de primerísimo nivel, con un oficio en la puesta en escena y el manejo de la cámara que es muy superior a la media de lo que nos llega de Hollywood.

Título en España: El Llanero Solitario
Año de Producción: 2013
Director: Gore Verbinski
Director de Fotografía: Bojan Bazelli, ASC
Ópticas: C-Series, G-Series, AWZ2 & Primo Spherical, Frazier Lens
Emulsión: Kodak 5203 (50D)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm anamórfico (Panavision) + Arri Alexa (Arriraw, 2.8K) + Red Epic 5K, 2.4:1
Otros: 2K Digital Intermediate

Vista en DCP

© Harmonica Rental & Cinema/Ignacio Aguilar, 2013.