Upgrade

Segundo largometraje como director de Leigh Whannell (después de debutar con “Insidious: Chapter 3), después de una larga carrera como guionista que incluye títulos como “Saw”, “Insidious” y sus respectivas secuelas. En este caso, con producción australiana, Whannell filma una historia que viene a ser una especie de cruce entre “Terminator” y “Robocop”: en el futuro, Grey Trace (Logan Marshall-Green) queda tetrapléjico después de un asalto en el que fallece su esposa (Melanie Vallejo). Con la ayuda de un millonario para el que reparaba automóviles (Harrison Gilbertson), Grey recupera la movilidad después de que le sea implantado un novedoso chip que controla sus extremidades. Pero lo sorprendente llega cuando ese chip, Stem, comienza a hablarle e indicarle la forma en que puede llegar hasta los asesinos de su esposa. “Upgrade”, llamada a convertirse en un film de culto, es mucho más allá que el clásico film de venganza por su extraordinaria ambientación futurista y por las ingeniosas soluciones de guión y la tan estilosa como dinámica puesta en escena de Whannell como director, que hace que su película trascienda bastante más allá de su planteamiento de serie B y su modesto presupuesto.

El director de fotografía fue el australiano Stefan Duscio [ACS], en su primer trabajo para Leigh Whannell (después vendría “The Invisible Man”, 2020, inferior en todos aspectos al presente film). A tenor de lo visto en “Upgrade”, el perfil de Duscio responde al del director de fotografía moderno, que después de haber completado sus estudios, en lugar de empezar por abajo en el escalafón y ascender durante años, se lanza de forma más o menos directa al rodaje de videoclips, anuncios publicitarios y películas. Su filmografía es aún corta, pero su manejo de la cámara, de la luz, y del color le auguran un puesto importante en el futuro de la fotografía cinematográfica.

La fotografía de “Upgrade” destaca por muchísimos aspectos. El primero de ellos, quizá, es que está rodada en un vistosísimo formato panorámico anamórfico, haciendo uso de las series clásicas de lentes Panavision (la serie “C” principalmente de los años 60 y 70, así como la serie “E” de los 80, entre T2.8 y T4) pero buscando un aspecto absolutamente moderno al emplearlas junto con cámaras Arri Alexa (Mini y XT). Esta mezcla de lo clásico y lo moderno produce un lienzo espléndido sobre el que desarrollar las imágenes, que por otro lado, son absolutamente vanguardistas en su uso de mútiples fuentes de iluminación LED para cada escena. En los decorados futuristas en los que se desarrolla principalmente la historia, los cineastas hacen uso de muchas fuentes integradas (como por ejemplo en la casa del protagonista, con LEDs integrados en los muebles de cocina, mesas, paredes, et). Haciendo que esas fuentes sean muy intensas pero puntuales, se retiene muy buen nivel de contraste y un aspecto sombrío, ya que gran parte de cada fotograma está dominado por la oscuridad, sirviendo esos puntos de luz para delimitar la arquitectura, fondos, etc. y para justificar la luz (por lo general suave) que incide sobre los personajes. Ese tipo de iluminación tan diegética, con luces inteligentes, consigue apoyar, a nivel narrativo, el hecho de que el film esté ambientado en un futuro tan tecnológico, de manera que no es un mero recurso estético hueco o vacío, sino que de la misma manera que las luces móviles de “Blade Runner” contribuían a crear la ilusión de una ciudad futura con coches voladores, en “Upgrade” colaboran a que la historia resulte creíble.

Ya en las escenas iniciales existen fuertes mezclas no ya de temperaturas de color, sino directamente, de diferentes colores (como cián y rojo sobre el coche en las escenas de apertura). Se podría argumentar que hoy en día, con los LED, es más sencillo realizar este uso del color ya que muchos aparatos llevan incorporadas muchas tonalidades diferentes que se pueden seleccionar durante el rodaje, en directo, sin necesidad de recurrir a gelatinas, pero lo cierto es que es complicado ver un uso tan acertado de este tipo de iluminación mezclada. Es cierto que hay escenas en que quizá el efecto es exagerado (como la que tiene lugar en el baño del bar, o el enfrentamiento definitivo), pero por lo general, esa suma de iluminación diegética y mezclas de diferentes colores o tonalidades son muy acertadas, destacando además este tipo de luces porque hacen que verdaderamente se sienta que la película está iluminada con ellas. Hay múltiples exteriores en imitación de la luz de sodio, como no pueden faltar en cualquier película urbana de aspecto moderno, así como varios interiores diurnos en los que parece que Stefan Duscio ubica todas sus luces en el exterior de las estancias, dejando que Whannell ruede con mucha frecuencia hacia las fuentes de luz (las ventanas), dejando que los personajes se muevan como siluetas frente a las mismas.

Pero este aspecto, tan moderno y tan interesante, está más que bien complementado por una puesta en escena que no le va a la zaga. El film, por la forma en que está (elegantemente) rodado y montado, es absolutamente dinámico, pero sin que el montaje o la forma en que está rodada la acción resulte sincopada. Hay un trabajo muy importante de coreografiar cada momento, cada lucha, cada pelea, así como un trabajo de montaje que permita que las mismas se vean y se entiendan. La cámara rara vez permanece quieta a lo largo de la película, pues hay travellings, aunque lentos y a veces más bien imperceptibles, durante las escenas “tranquilas” y de diálogos, mientras que los exteriores, que es donde se suele encontrar la acción en esta película, sí que contienen un rodaje que incluye cámara al hombro, pero no (jamás) para crear un aspecto frenético o alocado, sino todo lo contrario: la acción es estilizada y fluida, quizá de hecho mucho más controlada de lo que suele ser en el cine moderno (atención a los momentos en los que el director gira la cámara noventa grados durante las peleas). Por consiguiente, “Upgrade” funciona por lo general muy bien como película y, visualmente, resulta tan estimulante como gozosa de ver, por lo bien iluminada que está con su estilo moderno y por lo bien filmada que está por Leigh Whannell, haciendo una puesta en escena dinámica que rehuye por completo el caos habitual del cine de acción moderno.

Título en España: Upgrade (Ilimitado)
Año de Producción: 2018
Director: Leigh Whannell
Director de Fotografía: Stefan Duscio, ACS
Ópticas: Panavision “C-Series” & “E-Series”
Formato y Relación de Aspecto: Arri Alexa (ArriRaw 3.4K), 2.4:1

Vista en Blu-ray

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