Les Misérables

Adaptación del famoso musical de Alain Boublil y Claude-Michel Schönberg, basado a su vez en la novela del mismo título de Victor Hugo, que narra la historia del fugitivo Jean Valjean (Hugh Jackman), encarcelado por haber robado una barra de pan en la Francia de la primera mitad del siglo XIX y ferozmente perseguido por el Inspector Javert (Russell Crowe) en cualquier tiempo y lugar. Una estupenda Anne Hathaway, Helena Bonham-Carter, Sacha Baron Cohen, Eddie Redmayne, Natalya Wallace y Amanda Seyfreid completan el reparto de una producción de la que se ha hecho cargo el mismo equipo de la multipremiada “The King’s Speech”. Las interpretaciones de todo el grupo de actores –además, por supuesto, de la música- son lo mejor de un film que como musical resulta poco convencional, puesto que hay muy pocas coreografías y casi todos los números no están filmados con música pre-grabada, sino con actuaciones en directo de los intérpretes, lo que los hace más cercanos y auténticos, aunque también plantea otro tipo de problemas en un film que, posiblemente, sea más disfrutable por partes que como conjunto, ya que su excesiva duración acaba pesando mucho en el espectador.

El director de fotografía es el británico Danny Cohen [BSC], quien ya rodara para el realizador Tom Hooper la citada “The King’s Speech”, por la que obtuvo sendas menciones de la Academia de Hollywood, American Society of Cinematographers y BAFTA, aunque no obtuvo el premio en ninguno de los casos. Su origen, como el de Hooper, es televisivo, circunstancia que podría explicar también –o al menos en parte- el aproximamiento de los cineastas hacia la producción.

Rodada principalmente en estudio, al contrario que “The King’s Speech”, que hacía un uso mayoritario de las localizaciones, la fotografía de “Les Misérables” alterna momentos estupendos –como toda su parte inicial, con el número “Look Down” y la posterior huida de Jean Valjean en la hora mágica- con una serie de decisiones que, al menos a nivel estético, hacen mucho daño a la parte visual de la película: como se indicaba anteriormente, se trata de una producción en la que los actores han interpretado las canciones durante el rodaje, como si de una interpretación convencional se tratase, de modo que, para capturar las emociones de los personajes, Hooper y Cohen ruedan casi todos los soliloquios musicales en primeros planos y a través de multicámaras, lo cual resta vistosidad y a nivel visual, muy a menudo, resulta plano y aburrido, además de provocar que algunos cortes de montaje durante las canciones no parezcan respetar el raccord de las posiciones de los actores, situación que despista en exceso. La explicación sería que el único modo de registrar el sonido de forma conveniente para la parte vocal de las canciones es situar los micrófonos muy cerca de los intérpretes mientras estos cantan, aunque es también posible que el citado origen de Hooper y Cohen en el medio televisivo también les lleve a sentirse más cómodos rodando el film con planos tan cerrados, mucha cámara al hombro y cortes de montaje frenéticos, algo que además suele ser más rápido y barato, por la importante reducción de escenografía que supone.

La iluminación propiamente dicha de Cohen funciona mejor en algunos exteriores nocturnos en los que emplea fuertes contraluces en la mejor tradición de “The Third Man” –aunque pierde una ocasión única de referenciar a Robert Krasker en una escena muy similar a la de las cloacas del film de Carol Reed- o cuando decide utilizar niveles de luz muy bajos, puesto que toda la película evidencia su rodaje en estudio con luz artificial, tanto por su exceso como por su procedencia cenital (a veces parece que Cohen, cuando tiene dudas de dónde situar su luz principal, ilumina todo desde arriba con luz difusa). No se puede decir que el suyo sea un mal trabajo, ni mucho menos, pero también es cierto que se queda lejos de la suntuosidad, atractivo o naturalismo que podrían aportar otros operadores, con una película poco consistente en este aspecto, aunque tiene un poco de cada uno de ellos.

También, como es habitual en Tom Hooper, la película contiene algunos grandes angulares extremos (con focales en torno a un 10mm, nada menos), los cuales producen fuertes distorsiones en los extremos de la pantalla, incluso con pérdidas de nitidez muy visibles en la imagen, aunque es cierto que quizá la distorsión que producen sobre los elementos arquitectónicos es menos molesta que en “The King’s Speech”, lo que hace que su presencia sea más llevadera. También se utilizan angulares (en torno a un 27 a 32mm) durante todo el film sobre los actores, a veces con la óptica a la distancia mínima de enfoque, lo que unido a las grandes aperturas de diafragma (T/2-2 ½), produce que en varios momentos de la proyección el desenfoque de los actores sea muy aparente, algo especialmente hiriente durante el número principal de Anne Hathaway, con un primer plano sostenido en el que el foco va y viene, un error casi imperdonable teniendo en cuenta que no habría sido dificil obtener una profundidad de campo mayor y minimizar ese posible error.

Por lo tanto, a pesar de su vistosidad y trabajo de reconstrucción de época, la fotografía de “Les Misérables” no saca todo el partido posible de los medios de producción, puesto que Cohen se queda demasiadas veces en tierra de nadie con un aproximamiento excesivamente conservador con su iluminación, mientras que la decisión de rodar las canciones con sonido directo puede que favorezca a los intérpretes y a la inmediatez de su trabajo, pero visualmente provoca un excesivo número de primeros planos y supone una renuncia a una puesta en escena elaborada que hace que, estilísticamente, el conjunto –en demasiadas ocasiones- recuerde más a una superproducción televisiva que a una importante obra cinematográfica.

Título en España: Los Miserables
Año de Producción: 2012
Director: Tom Hooper
Director de Fotografía: Danny Cohen, BSC
Ópticas: Zeiss Master Prime, Ultra Prime & Angenieux Optimo
Emulsión: Kodak 5207 (250D), 5213 (200T) y 5219 (500T)
Formato y Relación de Aspecto: Super 35 (3-perf), 1.85:1
Otros: 2K Digital Intermediate
Premios: BAFTA a la mejor fotografía (nom), American Society of Cinematographers (nom)

Vista en DCP

© Harmonica Rental & Cinema/Ignacio Aguilar, 2013.