Heat

Remake confeso de un telefilm previo del propio Michael Mann (“L.A. Takedown”, 1989), que también integra un buen número de elementos de su ópera prima cinematográfica (“Thief”, 1981). El argumento gira en torno a la confrontación de los personajes antagonistas, ambos hombres de fuertes principios: un ladrón (Robert De Niro) especializado en grandes golpes y un policía de Los Ángeles (Al Pacino) que se pone detrás de la pista de la banda liderada por el primero. Con una detallada descripción de la vida de estos hombres (y los que les rodean) mucho más allá de su actividad profesional, “Heat” es un film bien interpretado, escrito y también rodado, con algunas secuencias de impacto, que si bien está lejos de ser redondo, siempre resulta muy entretenido y sólido, a pesar de su larga duración, muy cercana a las tres horas de proyección. Val Kilmer, Tom Sizemore, Tom Noonan, Diane Venora, Amy Brenneman o Wes Studi, entre otros, secundan a Pacino y De Niro, que para la decepción de muchos fans en el momento del estreno, apenas comparten unos pocos planos en pantalla.

El director de fotografía fue el italiano Dante Spinotti [ASC, AIC], que por esta época consolidaba su exitosa carrera en los Estados Unidos. Había llegado a norteamérica diez años antes, de la mano de su compatriota Dino de Laurentiis, y afrontaba su tercera película con Michael Mann, después de haber rodado para él “Manhunter” (1986) y de haberse hecho cargo de “The Last of the Mohicans” (1992) cuatro semanas después de que el rodaje hubiera comenzado bajo el mando de otro operador que fue despedido de la producción. En estos últimos veinte años, Spinotti se ha convertido en uno de los directores de fotografía más demandados, en parte por su versatilidad, que le hace capaz de adaptarse a thrillers urbanos, películas de época, comedias románticas en la que los actores deben lucir bien o incluso espectáculos de efectos visuales y técnicas HD, en las que prácticamente ha sido un pionero. A pesar de que su relación profesional con Mann ha sido esporádica desde entonces, su relación con el director especializado en cine estrictamente comercial Brett Ratner (“Red Dragon”, “Hercules”) le ha mantenido en primera línea.

Michael Mann siempre ha sido un estilista visual, como puede apreciarse desde sus dos primeros films, el citado “Thief” y “The Keep” (1983), pero salvo excepciones, siempre ha destacado como un retratista de paisajes urbanos, especialmente nocturnos. Y “Heat” responde perfectamente a este retrato con una elaborada imagen y estética que funciona muy bien a la historia que vemos en pantalla. Fue rodada en un vistoso formato panorámico anamórfico, por segunda vez y de momento última en la carrera de Michael Mann, lo que resulta muy interesante ya que gran parte de la fotografía es nocturna, lo que implicaba que Spinotti debía utilizar niveles de iluminación algo más altos o bien recurrir a la serie de ópticas Super High Speed, como finalmente hizo, para aquéllas secuencias en que los niveles eran inferiores a T/2.0 y los 500 ASA del negativo, que a veces incluso fue forzado en situaciones de luz disponible en las calles de Los Ángeles. Otra de las características visuales de la película es que todo el metraje está rodado utilizando una única emulsión equilibrada para luz de tungsteno, la cual, en sus escenas diurnas, fue rodada sin el filtro 85B que habitualmente se utiliza para corregir la luz diurna en estas circunstancias. Si bien es posible llevar a cabo dicha corrección en laboratorio, Mann y Spinotti lo evitaron, al menos por completo, puesto que su intención era que los exteriores diurnos tuvieran un aspecto frío y azulado, para distanciarse de los colores cálidos habituales con los que se suele asociar a la costa californiana.

Por otra parte, el estilo lumínico empleado por Spinotti es claramente naturalista, en la búsqueda ya de un realismo que anticipa lo que sería su mejor obra conjunta (“The Insider”, 1999) o futuras obras de Mann con o sin el italiano (“Ali”, “Collateral”, “Public Enemies”). Destacan las escenas nocturnas, como indicábamos a veces rodadas haciendo uso de la luz disponible o simplemente suplementándola mediante luces de vapor de mercurio, pero la filosofía global siempre es la de que la luz artificial cinematográfica esté presente siempre lo menos posible y de la forma menos evidente, también por supuesto en cada una de las escenas diurnas de la película. Si bien en gran parte del material nocturno Spinotti no tiene problemas en recurrir a ópticas ultraluminosas y grandes aperturas de diafragma, por el contrario, gran parte del material que no es noche utiliza en cambio lentes zoom adaptadas al formato anamórfico (seguramente el zoom Primo 48-550mm T/4.5), lo que desgraciadamente sí que repercute en una ligera pérdida de contraste y de fuerza en la imagen, aunque ello posibilite también un rodaje con multicámaras para muchas de las escenas de acción y de diálogo de la película, a fin de captar más detalles de forma simultánea. Y precisamente durante la acción, Mann utiliza la Steadicam con un gran acierto y elegancia.

Los resultados globales son muy buenos, pues el film posee una imagen muy creíble y realista, sin artificios aparentes, pero Mann y Spinotti logran al mismo tiempo una fuerte estilización de las imágenes, algo que siempre se ha asociado a este realizador. Sobre todo, “Heat” consolidó a Mann como retratista urbano, y a través de ésta y de sus siguientes películas, algunas de ellas ya rodadas en formatos HD, ha sido parte decisiva del look del cine norteamericano de los últimos quince o veinte años.

Título en España: Heat
Año de Producción: 1995
Director: Michael Mann
Director de Fotografía: Dante Spinotti, ASC, AIC
Ópticas: Panavision Primo Anamorphics & Super High Speed
Emulsión: Kodak 5298 (500T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm anamórfico (Panavision), 2.4:1

Vista en 35mm y Blu-ray

© Harmonica Rental & Cinema/Ignacio Aguilar, 2014.