Drei

Paréntesis en la carrera del cineasta alemán Tom Tykwer, que volvió a su país natal después de rodar “Perfume: The Story of a Murderer” (2006) y “The International” (2009), antes de volver a los EEUU para hacerse cargo, junto con los Wachowski, de “Cloud Atlas” (2012) y de la serie de televisión “Sense8” (2015). Sobre la base de un guión propio, Tykwer cuenta la historia de una pareja berlinesa, que lleva veinte años de una relación que parece que se encuentra en un punto muerto. Sin embargo, ambos, por separado, conocen y se enamoran del mismo hombre, lo cual paradójicamente abre una nueva y fogosa etapa de su relación. Por supuesto, el argumento resulta muy rocambolesco y requiere mucho al espectador para hacerlo creíble, pero más que la historia (bien interpretada, por otro lado) una vez más en el cine de Tykwer vuelve a importar más la sofisticada forma en que está contada, llenando la pantalla de imágenes de alta estilización e interés. Los resultados son por lo tanto irregulares, incluso frívolos y algo vacíos en cuanto a la historia, por más que otra vez el talento de Tykwer tras la cámara permita que las dos horas de proyección avancen como un tiro.

El director de fotografía es el habitual en la carrera de Tykwer, su compatriota Frank Griebe. Griebe ha rodado hasta la fecha todas las películas del realizador, es decir, “Lola Rennt” (1998), “The Princess And The Warrior” (2000), “Perfume” (2006), “The International” (2009), “Cloud Atlas” (2012) y la más reciente, “A Hologram for the King” (2016), protagonizada por Tom Hanks. Apenas ha rodado cine si no es con Tykwer, por estar centrada su carrera además en la publicidad. Como muchos de los directores de fotografía que alternan ambos mundos, Griebe posee un estilo muy moderno y comercial, en el que además de imágenes brillantes, siempre se busca que los actores posean siempre el mejor aspecto posible (en cierto modo, los intérpretes son “el producto” que compran los espectadores de una película). Últimamente ha compartido créditos ni más ni menos que con John Toll (en “Cloud Atlas” y en “Sense8”), debido a que Tykwer ha co-dirigido con los Wachoswki ambos proyectos, consiguiendo que sus imágenes se integren muy bien con las de Toll, o viceversa, lo que dice mucho a favor de Griebe.

En el caso concreto de “3”, nos encontramos ante una propuesta algo atípica por parte de Tykwer y de Griebe, ya que anteriormente siempre habían apostado por rodajes en formato esférico con lentes modernas, pero aquí, de pronto, recurrieron a las viejas Technovision-Cooke anamórficas que fueron empleadas por primera vez durante los rodajes de “L’Innocente” (Luchino Visconti, 1976) y “Apocalypse Now” (Francis Coppola, 1979, pero rodada también en el 76-77). Las Technovision-Cooke son unas lentes muy similares a las Cooke Xtal Express construidas originalmente para Joe Dunton, e incluso a los clásicos Panavision C-Series. Se aprecia claramente cierta distorsión de barril en sus focales más angulares (entre el 32-40- 50mm) e incluso cierta pérdida de definición en los bordes del fotograma y aberraciones cromáticas en los óvalos desenfocados de los segundos términos… sin embargo, producen imágenes de una enorme textura y sabor anamórfico, además que son una bendición para los actores, por su suavidad y el toque típico de Cooke para los tonos de piel. Al rodar en anamórfico, Tykwer tuvo que abandonar su habitual gusto por el zoom, sustituyéndolo por leves travellings de acercamiento a los personajes en primer plano, así como, quizá, alguna leve ampliación del fotograma en post-producción para imitar el zoom. La textura de la película, rodada en 35mm, pero con cierto aspecto granulado, no podría ser mejor. En cierto modo, el anamórfico, aquí muy abierto de diafragma, aunque limita mucho, hace que la puesta en escena de Tykwer aún sea más estilizada si cabe.

Griebe lleva a cabo un trabajo de iluminación muy típico de sus colaboraciones con Tykwer. No es un director de fotografía al que le cause problemas que a veces sus imágenes tengan demasiada luz. Esa tendencia, muy obvia por ejemplo en los exteriores nocturnos de “Perfume”, queda aquí más oculta entre las calles de Berlín que en una ciudad medieval en una época anterior a la aparición de la luz eléctrica, pero a veces sí es claramente apreciable como el director de fotografía prefiere iluminar un área grande con luz suave antes que dejar una mayor oscuridad y utilizar luces puntuales. A pesar que muchas veces el entorno en el que se mueven los personajes y los planos generales sí tienen un aspecto muy natural (aunque para ello Griebe se haya valido de grandes unidades de HMI muy suavizadas), cuando pasa a los primeros planos es cuando se aprecia este cuidado que indicábamos que Griebe siempre tiene con sus actores, siempre con luz suave, más frontal en el caso de la poca agraciada actriz protagonista, y más lateral y contrastada en el caso de los protagonistas masculinos, en términos generales. El resultado de esta imagen tan comercial, junto con la elaborada y siempre estética puesta en escena de Tykwer, es que juntos crean un estilo muy moderno y elaborado, a veces muy natural y a veces más recargado, pero en el que es raro que una simple toma aislada carezca de un mínimo de interés.

Así pues, a pesar que normalmente Tykwer y Griebe optan por lentes esféricas muy nítidas, e incluso coquetearon con el formato 65mm en alguna parte aislada de “The International” para obtener una mayor resolución y nitidez en la imagen, en el caso de “3” destaca por su uso del formato anamórfico con lentes clásicas (en partes de “A Hologram for the King” sí han recurrido a los modernos y muy perfeccionados Zeiss Master Anamorphic) con las que Tykwer aplica sus habituales técnicas de puesta en escena. Es una lástima que la película no termine de funcionar (al igual que tampoco funcionan las escenas de pantalla partida o pantallas múltiples que propone el realizador, salvo alguna excepción muy concreta), ya que sin duda es un film que, como todos los de Tykwer, está lleno de estilo y estética.

Título en España: 3
Año de Producción: 2010
Director: Tom Tykwer
Director de Fotografía: Frank Griebe
Ópticas: Technovision-Cooke
Formato y Relación de Aspecto: 35mm anamórfico (Technovision), 2.4:1

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